Costelo fue abandonado junto a su hermano Abbot en una zarza en un descampado alejado de toda actividad humana lo que significa que quién los dejó allí sabía que era una muerte segura. Es increíble que hoy en día la gente siga siendo tan malvada, inculta, retrógrada e insensible a parte de repugnante. Costelo ha llegado muy asustado, prácticamente no salen de su caseta, no juegan entre ellos y se pasa los días acurrucado al fondo de su caseta saliendo únicamente a hacer sus necesidades. Es muy pequeño y probablemente acaba de ser destetado; no sabe comer y hay que ayudarle con el pienso. Esperamos que en breve comience a animarse y actúe como los cachorros deben hacer; haga trastadas, ladre, salte y corra feliz. Ahora comienza para él una vida de oportunidades y en nuestras manos está que lo consiga. Adóptalo y cambia su vida, está esperándote.