Chari apareció un buen día, como por arte de magia, en el patio de una familia. Había entrado allí, pero ahora no podía salir porque los muros eran muy altos y estaba refugiada detrás de un armario, muy asustada y bufando porque pensaba que iban a atacarla. Sin embargo, cuando llegaron nuestros voluntarios, poco a poco consiguieron que saliera de su escondite, que se sintiera segura y confiada, y descubrieron que lo único que quería Chari eran caricias. A pesar de que la hemos difundido en nuestras redes sociales buscando a su familia, nadie la ha reclamado, por lo que suponemos que es un nuevo caso de abandono de gente irresponsable. Suponemos que, o bien la dejaron en la zona donde apareció, en la que hay colonia de gatos callejeros, o bien dejaron que saliera de casa sin volver a preocuparse nunca por si volvía. Chari está ahora en nuestro albergue a la espera de encontrar una familia de las que te quieren de verdad y jamás te abandonan. Le encanta que la acaricien, aunque también necesita su espacio, pero es una gatita cariñosa, muy guapa y que se adaptará perfectamente a un hogar.