ABEL fue abandonado con sus cinco años en una colonia por aquellos que le prometieron un hogar para siempre. Tuvo que pasar la cuarentena en una jaula, y tras confirmar que es positivo a inmunodeficiencia e ir a la zona de la gatera con Desa y Antón, no se ha acabado de sentir cómodo y está muy solo. Sabemos que buscar adopción de un gato adulto es difícil, y con inmunodeficiencia más, pero estamos seguros de que si alguien le da la oportunidad de conocerlo, no podrá resistirse a sus encantos.